Esta finca lleva más de 90 años en manos de nuestra familia. La casa dispone de 6 habitaciones para huéspedes. El descanso y la tranquilidad de nuestros clientes es nuestra prioridad. La finca consta de terrenos dedicados al cultivo de cereales y de árboles frutales. La zona de la piscina es tranquila y está envuelta por la naturaleza. Es un lugar ideal para descansar, leer, disfrutar de un buen vino... Al atardecer podrá contemplar como el rebaño de ovejas se acerca a beber al lado de la casa. Le sugerimos un paseo por nuestro jardín, o entre los naranjos, los almendros o las higueras. Conectar con la naturaleza, relajarse, conocer la Mallorca rural y más auténtica no les resultará difícil en Perola. Intentamos desarrollar un turismo más sostenible y ecológico. Nuestro agroturismo funciona gracias a las energías renovables. Un sistema de paneles solares y baterías nos proporcionan electricidad. Toda nuestra iluminación es de bajo consumo led y también disponemos de iluminación de carga solar en nuestro jardín.

Mi nombre es Victoria y trabajo con mi hermana, Elisabet y mis padres. Mis bisabuelos Gabriel Vaquer y Rosa Mora compraron esta finca alrededor de 1920. Bosques que convirtieron en tierras de cultivo, con la intención de proporcionar un futuro para sus hijos. Ellos sembraron la mayoría de los árboles que vemos aquí todavía. Isabel Mª Vaquer Mora, su hija pequeña, heredó Perola donde, después de casarse, construyó junto con su marido, el conjunto de casas que forman hoy el agroturismo. Se trataba de una casa sencilla pero con todos los espacios necesarios para desarrollar una actividad agrícola con la que durante años sustentaron a su familia. El conjunto arquitectónico estaba formado por una casa familiar, un establo, un almacén, garaje, y un corral para los animales. En esta casa nació y creció Micaela Oliver que años más tarde se casaría con José Salvà. Micaela y José decidieron rehabilitar la finca convirtiéndola en un agroturismo. Abrimos en 1996 y en la actualidad 4 generaciones trabajamos juntas para ofrecer un alojamiento especial a nuestros huéspedes.

Estamos en medio de dos pueblos maravillosos Porreres y Llucmajor, en una zona muy tranquila pero muy accesible. En estos pueblos hay todo tipo de comercios y servicios. También celebran mercados semanales donde se puede encontrar productos locales y artesanía. Estando en el centro de la isla podrá llegar a todos sus rincones sin dificultades. Estamos a escasos 30 minutos en coche del aeropuerto y de Palma. Playas: Las playas y calas más hermosas de la isla se encuentran a unos 25 km de nuestra finca. Es trenc, s'amarador, es Caragol... son algunas de las impresionantes playas que podrá encontrar en los alrededores. Naturaleza: La Sierra de Tramuntana es uno de los lugares con más encanto de la isla. Las montañas que se alzan ante el mar forman unos paisajes maravillosos que no puede perderse. Es el lugar ideal para hacer senderismo. En el interior de la isla también pueden encontrase vistas maravillosas. Quizás le sorprendan los campos de almendros, los molinos de Campos... No se pierdan las vistas a la isla desde el Castillo de Santueri en Felanitx, o desde Montisión en Porreres.