Estadías rurales en Vieira do Minho

Sara Reino Unido

We had the best time at Quinta da Mouta. If you are looking for a relaxing break with beautiful views and pure nature, this is the place. Staff were super helpful and genuinely nice :) Will definitely come back!

Jordi España

Paraje incomparable, en plena naturaleza, una estampa inolvidable, para desconectar del mundanal ruido y conectar con la madre tierra. La gerencia y el personal , maravillosa, .muy amble y cercana. Todo muy limpio y maravillosamente cuidado.

Carla España

La hospitalidad de Jose Luis inmejorable, el entorno trasmite una paz absoluta, un huerto increíble del que pudimos comer fruta recién cogida, no se aprecia en las fotos pero la cocina de la piscina cerrada con puertas de cristal y la zona de la piscina reformada y con vaya por lo que que es un lugar muy cómodo y seguro si viajas con niños. Hay un lidel y pingo12 muy cerca. Totalmente recomendable, repetiremos seguro!!

Natalia España

Clara, la anfitriona, siempre accesible para cualquier cosa que necesitábamos. La casa era perfecta para un grupo grande, con un comedor espacioso y una cocina estupenda.

Aranzazu España

Todo, no hay ni una queja ,todo maravilloso. Un sitio ideal para desconectar, buena atención, la piscina maravillosa.

Andrés España

Lo mejor de este alojamiento es la piscina, muy limpia, tranquila y con una vista espectacular. La casa está situada en una área muy tranquila y ubicada en un lugar ideal para recorrer el parque de Geres. La anfitriona fue amable y nos regaló huevos frescos.

Norman España

El trato y amabilidad del personal. Zona de jardín y piscina.

Christine Portugal

WOW!! If you are even thinking about booking Casa do Penedo, just do it. The scenery is amazing, the house is huge with all the comforts of home and a unique collection of art. About 30 minutes drive to the village of Geres. The kayaks were fun on the river but boy the current was tough, and we loved spending lounge time in the pool after a day of sightseeing nearby villages or hiking. We grilled every night and dined al fresco at the large table (even beautiful table clothes provided) and enjoyed our morning coffee on the veranda with the most beautiful mountain and river views. We hardly saw anyone during our stay and it was like we had the entire mountain to ourselves. Can't wait to go back!