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Habitación súper limpia, no había ni un rincón de polvo!!. La anfitriona muy amable y facilitando todas nuestras necesidades. La habitación tenía cafetera Nespresso y hervidor de agua, café, leche en capsulas, azúcar he infusiones acompañadas de tazas y cucharas. La cama súper cómoda y la calefacción genial, ya que fuimos en diciembre.

Personal muy amable, la habitación era pequeña pero cómoda, suficiente para pasar la noche

La sensación general es tremendamente positiva. La chica que nos recibió en recepción es un auténtico 10. Amable, simpática y alegre nos facilitó la información sobre el hotel y la ciudad con un encanto que después, inevitablemente, también se trasladó a las instalaciones. Se preocupó por saber nuestros gustos y ofrecernos recomendaciones que recopilaron ella y sus compañeros de trabajo (y podemos decir que fueron todas muy acertadas). El hotel está ubicado al lado de uno de los canales (en una calle tremendamente tranquila) literalmente a 4 minutos de los monumentos más conocidos del centro histórico, en un entorno relajado con bares que parecen ser punto de encuentro de locales y turistas. Tiene al lado un pub irlandés que es espectacular y al que se puede acceder directamente desde el interior del hotel. La habitación que nos tocó era una triple que se encontraba en un pasillo cerca de la recepcion. Nos facilitaron una llave para la puerta de entrada y para la habitación, así que fue muy ágil y fácil entrar y salir (parecía casi una entrada privada). Las camas eran cómodas y la decoración muy bonita (con una lámpara de cristal impresionante y detalles muy cuidados, como una escultura, una botella de agua de cortesía, posibilidad de ver Netflix, materiales de calidad, maquina para cafés e infusiones,...). Todo estaba muy limpio y el equipamiento es básico pero funcional. Tanto en la habitación como en un espacio habilitado en el pasillo puedes encontrar información: mapas, guías turísticas, cosas que hacer esa semana,... El edificio del hotel es peculiar, con un encanto sobrio pero especial. En general, en un ambiente muy relajado, tenías esa sensación de lujos simples que hacen parecer un tres estrellas un establecimiento incluso de mucha más categoría.

Cerca de la estación, a 20 minutos del centro, limpio, confortable y personal muy agradable.

Está muy bien ubicado, y el desayuno está aceptable.

La ubicación, la habitación y la atención del personal

La ubicación excelente

Lo más relevante de la estancia en The Mansion es la extraordinaria profesionalidad de la persona que nos asistió , Houssine, que en todo momento se puso a nuestro servicio y facilito todo lo necesario para que la estancia en el hotel fuera magnífica. Sin duda repetiré cuando vuelva a Gante

La ubicación

Ubicación ideal para conocer la parte antigua de la ciudad. Personal del hotel muy amable. Desayuno buenísimo. Muy tranquilo